¡Adiós a las alergias!
Es cierto: existen muchos tipos de alergias. Desde la atópica –trastorno cutáneo crónico que no responde a un contacto físico- hasta las que se generan por la proximidad de diversos elementos alérgenos, como polen, metales pesados, látex, tinta de diarios, telas sintéticas, ciertos alimentos… En fin, una amplia variedad que la práctica de al menos una vez al día de estas 6 asanas puede combatir al fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la capacidad pulmonar y disminuir el estrés que acentúa la sintomatología.
Ponerse literalmente en cuatro patas, con las manos apoyadas a la altura de los hombros y las rodillas flectadas. Puedo alternar espalda cóncava y convexa, sincronizando con la respiración.
El torso descansa sobre las rodillas semiseparadas. El coxis está afirmándose y topando los talones. Los brazos van hacia delante o se repliegan hacia atrás.
Esta postura no es para principiantes, sino solo para practicantes avanzados. Consiste en poner la cabeza como soporte del cuerpo, aunque la fuerza es realizada por los brazos y específicamente por los hombros.
Brazos estirados, cuello hacia atrás y mirada en el mismo sentido, piernas firmes y espalda convexa.
Postura de suelo: la espalda forma un arco que continúa involucrando el cuello y la cabeza. Los brazos van a los lados y los codos sirven de soporte.
De rodillas, la espalda se curva y la manos alcanzan los tobillos. La cabeza y el cuello siguen el recorrido de la columna hacia atrás.
Pranayamas
Los Pranayamas son pautas respiratorias que podemos seguir en forma repetitiva y que tienen diversos efectos. Elegimos dos para calmar nuestra mente.
Respiración alterna: se realiza tapando con el dedo pulgar la fosa nasal derecha. Se respira por la fosa nasal izquierda y luego se retira el dedo pulgar y se bota el aire por la fosa nasal derecha, mientras se tapa la fosa nasal izquierda con el dedo meñique. Luego, se inhala por la fosa nasal derecha y se bota por la izquierda, repitiendo alternadamente este movimiento al menos nueve veces.
Ujjayi: consiste en cerrar la garganta, de tal modo que cuando cueste un poco que el aire entre y salga, se sentirá cierta estrechez y un pequeño carraspeo, la respiración es lenta y al mismo tiempo un poco sonora. Repetir al menos siete veces.