Clase Maestra
María de los Ángeles García
Equilibrio:
Una mirada hacia el interior
Las posturas de equilibrio son un reflejo muy evidente de nuestra vorágine mental. Es muy difícil, por no decir imposible, sostenerlas cuando nuestra mente está muy activa o estresada. Marita García nos muestra seis asanas que permiten volver hacia el interior y serenarse.
María de los Ángeles García, o Marita como todos la llaman, es una reconocida actriz que con solo 32 años ha tenido importantes papeles en diversas películas nacionales (Muñeca, Joven y Alocada y La Espera), como también en teleseries (Somos los Carmona, Pituca sin Lucas y Verdades Ocultas). Asimismo, ha sido parte del elenco de algunas series nacionales, como Paz y Solita Camino, entre otras muchas apariciones, tanto en cine como en televisión.
Llegó a yoga impulsada por la búsqueda de un equilibrio que no encontraba en su agitada vida diaria. “Cuando participé en la teleserie Pituca sin Lucas, el nivel de exposición fue tal que no me la pude, todo estaba hacia fuera y necesitaba urgente un refugio interno. La actuación es muy exigente y a veces abusiva contigo misma: tienes que llorar y a los pocos minutos, reír; pasas de una emoción a otra sin tregua y siempre debes estar disponible para lograr algo en los demás. Eso es cansador para el alma”.
Aunque practicaba yoga hace un par de años, se puso en búsqueda de algo más definitivo. Entonces ingresó a la Escuela Mandiram, para convertirse -después de dos años de estudio y práctica- en instructora de yoga Ashtanga. Ese importante paso marcó un antes y un después en su vida. Se separó de su pareja, viajó sola a India, estudió y no abandonó nunca más esta filosofía de vida.
Decidió entonces integrar el yoga a su vida diaria y aceptar que la actriz puede convivir con la yogui y, es más, que se pueden ayudar mutuamente, acompañar y complementar. La unión de estos mundos le ha permitido estar siempre atenta a sus necesidades y no hacer de su práctica algo rígido y encapsulado. “Hay días en que trabajo once horas, arriba de unos zapatos con tacos inmensos, y me toca hacer papeles dramáticos donde las emociones quedan todas revueltas. Entonces, escucho mi cuerpo y soy humilde en aceptar lo que él necesita. Mi práctica se basa en esa necesidad. No importa la perfección de la asana, sino aceptarse con amor y compasión, respetando tus propios límites. Yo necesito sacarme el día de encima y para eso la práctica de asanas la combino siempre con pranayamas, que son para mí una clave para estabilizar mi mente y repartir equitativamente la energía en mi cuerpo”.
Utthita Hasta Padangustasana
Fortalece la musculatura de las piernas, tobillos y
de la zona abdominal. Estira profundamente la parte posterior de las piernas. Entrega fuerza, resistencia,
equilibrio y serenidad.
Dandayamana Dhanurasana
Aumenta la circulación de la sangre a los pulmones,
aporta elasticidad a la caja torácica y activa el sistema
digestivo. Fortalece músculos abdominales, piernas, brazos y glúteos. Ayuda a flexibilizar las articulaciones de caderas y hombros. Aporta equilibrio, fuerza y balance.
Vrksasana
Marita eligió mostrar a Yoga Style posturas de equilibrio, porque ellas ayudan a poner atención en lo interno. “El equilibrio no es rigidez, sino que constante movimiento con foco. El peso se va trasladando a cada instante y yo debo fluir con él; cuando me rigidizo, me derrumbo. Esta es una bonita metáfora sobre nuestra vida: cuando no aprendemos a fluir con lo que está pasando, a aceptar las situaciones cambiantes, lo pasamos mal y literalmente nos desvanecemos”.
Virabadrasana III
Sirve para aumentar la atención y la concentración, al mismo tiempo que regula el sistema nervioso y ayuda a restablecer el centro. Fortalece las piernas y abre las caderas.
Ardha Chandrasana
Fortalece toda la parte inferior del cuerpo, los abdominales, los hombros y la espalda. Aporta energía y equilibrio.
Fortalece el abdomen, los tobillos, los muslos, los glúteos y la columna vertebral. Asimismo, extiende las ingles, los isquiotibiales y pantorrillas, el pecho y la columna. Ayuda a aliviar el estrés y mejora la coordinación y el equilibrio.
Garudasana
Extiende los tobillos, pantorrillas, muslos, caderas, hombros y la parte superior de la espalda. Mejora la concentración y el sentido del equilibrio.