Clase Maestra
Yoga en el parque para dos
Complicidad y aprendizaje
Primavera es el tiempo ideal para aprovechar los espacios al aire libre. Invitamos a la instructora Nicole Arpoulet (@yoga_nicoletta) a disfrutar de una tarde de yoga en el Parque de las Esculturas. Junto a su pareja, el doctor Rodolfo Neira, nos muestra que cuando el yoga se practica de a dos es también una experiencia de complicidad, juego y aprendizaje.
Fotografía: Denisse Tala
Maquillaje y peinado: @claradecarolismakeup
Nicole Arpoulet F.
Licenciada en artes mención en danza, Universidad de Chile. Instructora integral y yoga pre-natal. Cofundadora de “Medicina de la Conciencia”.
Rodolfo Neira V.
Médico internista-intensivista, Universidad de Chile. Coach en nutrición y bienestar.
Cofundador de “Medicina de la Conciencia”.
Para Nicole el yoga es un camino de aprendizaje permanente, donde la perfección no existe. Por ese motivo aceptó el desafío de pasar una tarde con su pareja, experimentando una dinámica diferente de la que se genera en sus clases como instructora.
El yoga en pareja crea una complicidad única, donde el apoyo mutuo puede sobrepasar cualquier supuesta limitación, señala Nicole. De esta forma, se crea una manera mucho más ligera de experimentar nuevas sensaciones y vivencias. “Esta dinámica es un equilibrio entre dar, tomar, recibir, expandir y relajarse. Todo lo anterior forma parte de un círculo virtuoso, en el cual la agilidad, alegría y confianza van unidas. Practicar yoga de a dos te invita a enriquecer las relaciones, a conectarte y compartir
de otra manera con tu pareja”, señala.
De pie, ambas espaldas se encuentran, las piernas van activas y los pies separados al ancho de las caderas, el peso del cuerpo está soportado en las plantas de los pies. Las manos al centro del pecho en mudra de oración, los hombros abajo y pecho amplio. Mirada suave al frente y barbilla encajada ligeramente hacia el esternón. La columna se alarga extendiéndose, mientras las coronillas se proyectan hacia el cielo.
Mantener 5 respiraciones en sincronía con tu pareja.
1 Samasthiti en pareja
Te sitúas en forma paralela a tu pareja, pero en el sentido contrario y desde la postura de la plancha abres el brazo derecho en forma lateral hacia arriba, en la misma línea del brazo de apoyo, ampliando totalmente el pecho. La cabeza sigue la proyección de la columna mirando hacia la mano de arriba. Las piernas cambian de posición y se ponen en forma lateral, una sobre otra, y el pie derecho queda sobre el izquierdo formando una sola pierna. Tu compañero hace lo mismo, pero hacia la izquierda.
Sincronizar 5 respiraciones y volver a la plancha para realizar el otro lado.
2 Vasisthasana (plancha lateral)
3 Adho Mukha Svanasana y escorpión
Uno de los compañeros se pone en la postura perro hacia abajo (Adho Mukha Svanasana). La pareja, desde un lado de la postura, sitúa las manos por encima de las del compañero y el pecho y la pelvis se posan sobre su espalda. El que está arriba dobla las rodillas, con los pies en punta eleva el pecho y lleva la cabeza hacia los pies (postura del escorpión), ayudando así al estiramiento de la espalda del compañero.
Ambos se funden en 5 respiraciones profundas.
El compañero se pone en Balasana, para lo cual se sienta sobre los talones con la espalda erguida y los brazos relajados a los costados del cuerpo. Luego se estira el tronco hacia delante, desde la cadera, apoyando el nacimiento del cabello en el piso y los brazos van suavemente sobre el suelo con los hombros totalmente relajados. La pareja adopta la postura del pez en la espalda del compañero, apoyando las manos en las caderas va acercando los glúteos y el sacro a los de él. Contando con su aprobación, se va apoyando cuidadosamente hasta descansar la cabeza por detrás del cuello del otro. Los brazos van al centro del pecho, en variación, o bien pueden extenderse como alas para sentir más la apertura del pecho. Las piernas van estiradas y juntas hacia adelante y las plantas de los pies tocan el suelo.
Sincronizar 5 respiraciones con la pareja.
4 Matsyasana y Balasana (postura del pez y niño)
Sentados relajadamente erguidos y con las piernas en cruce simple, espalda contra espalda hasta que los sacros estén en contacto, los dos giran al mismo ritmo de la exhalación hacia el lado derecho de cada uno, colocando la mano izquierda sobre la rodilla derecha y la mano derecha en la rodilla izquierda del compañero. Se va girando todo el cuerpo; partiendo de la pelvis hasta llegar al pecho, expandiendo la caja torácica y empujando los hombros hacia atrás y esternón hacia adelante. Se gira la cabeza hacia la derecha creciendo con la coronilla hacia el cielo y la mirada suave. El mentón se mantiene paralelo al suelo.
Sincronizar un par de respiraciones con las de la pareja y coordinar el momento en que se gira hacia el lado contrario, haciendo los mismos ajustes anteriores.
5 Torsión en Swastikasana
Uno frente al otro, se sientan cada uno sobre sus rodillas que están separadas al ancho de caderas, mientras los tobillos deben guardar la misma distancia. Las rodillas de ambos se tocan y uno se sienta sobre los talones, mientras sus manos sujetan firmemente las caderas del otro. La pareja, en tanto, sitúa sus manos en la parte baja de la espalda, llevando la pelvis hacia delante y desde ahí, inhalando profundamente, lleva despacio la espalda hacia atrás y el mentón cerca del pecho. Con la ayuda del compañero, manteniendo la alineación de los muslos en vertical, se bajan las manos sobre los talones y se relaja la cabeza por completo, abriendo la zona del pecho y la garganta.
Realizar 3 respiraciones en sincronía con las del compañero.
6 Ustrasana (postura del camello)
7 Inversión en pareja
Uno de los compañeros se pone de espalda al piso con las rodillas flectadas al ancho de las caderas. La pareja se apoya sobre sus rodillas con las manos y lleva los hombros sobre las manos del compañero. El que está arriba eleva las piernas con la fuerza del abdomen y estira los dedos de los pies proyectando la energía hacia el cielo. Mantiene los ojos en la mirada de la pareja y en la postura respiran en conjunto.
8 Virabhadrasana II (el guerrero)
Los dos compañeros se sitúan uno junto al otro, abriendo las piernas y dejando que los bordes interiores de los pies se toquen, mientras que el pie externo gira en 90 grados hacia afuera. Con el cuerpo erguido, cada uno flexiona la pierna externa, dejando la rodilla a la misma altura del tobillo y formando al mismo tiempo un ángulo recto. Se extienden ambos brazos firmes a la altura de los hombros y el brazo interno se entrelaza con el del compañero, mientras que el externo se proyecta como flecha en el sentido opuesto con la palma de la mano hacia abajo. La cabeza se gira por encima del hombro externo y la mirada va al dedo medio de la mano externa.
Ambos se sostienen y se funden con una misma respiración.
9 Balasana en pareja
Uno de los compañeros se pone en postura del niño, sentándose sobre los talones con la espalda erguida y los brazos relajados a los costados del cuerpo. Luego, estira el tronco hacia adelante apoyando el nacimiento del cabello y los brazos sobre el suelo. Los hombros están totalmente relajados. La pareja adopta la misma postura sobre la espalda del compañero con mucho cuidado, escuchando al otro. En conjunto giran la cabeza hacia el mismo lado y respiran. Si desean cierran los ojos.