La medicina Ayurvédica, que nació en India hace más de tres mil años, y que se relaciona estrechamente con la práctica de yoga como sistema de desarrollo físico y espiritual, tiene una visión sobre los ayunos que nos inunda de información beneficiosa y altamente efectiva.

Esta visión se relaciona directamente con el estudio de los biotipos Vata, Pitta y Kapha. Estos Doshas (biotipos) están basados en los cinco elementos aplicados a la fisiología humana. Así, el  aire y éter, reflejados en el biotipo Vata, se expresarían en el organismo a través de una estructura física delgada, de articulaciones prominentes y tendencia digestiva a la constipación. El fuego y el agua, elementos predominantes en el biotipo Pitta, dan origen a un organismo con una estructura media, de buen desarrollo muscular y de una tendencia digestiva equilibrada. Finalmente, los elementos tierra y agua  se expresan en el organismo a través del biotipo Kapha, reflejándose en una estructura maciza y de digestión lenta.  Estas características, y todas sus combinaciones posibles, nos darán las pistas sobre cómo efectuar correctamente este proceso. La estación del año en que nos encontramos, en tanto, nos dará la información para determinar la forma de cocción indicada de los alimentos que consumiremos, a modo de mono-dieta, o un mismo tipo de preparación, dentro del período de ayuno, comprendido entre un mínimo de cinco y un máximo de ocho días.

El ayuno total en esta época del año es contraproducente para todos los organismos, dado que la estación fría de otoño, y el paso hacia el invierno, exaltan las características de Vata Dosha en el cuerpo, haciéndonos más débiles y propensos a desarrollar un desequilibrio (o una enfermedad, como le llamamos en occidente).