Clase Maestra
Anais Sorensen
Yoga en el Embarazo
Con casi ocho meses de embarazo, Anais (@yoga__woman) nos propone una secuencia de posturas. Una rutina para practicar diariamente y así preparar el momento del nacimiento y la maternidad.
Fotografía: Roberta Rebori
Outfit: @anahatayogachile
Maquillaje: @roalessandriestudio
Durante su embarazo el yoga ha sido un gran aliado para Anais Sorensen, más conocida como Yoga Woman en redes sociales. “Es muy importante preparar tu cuerpo, abrirlo, nutrirlo y apoyarlo en el intenso proceso de cambio que está experimentando diariamente. Por otra parte, en este período es cuando más necesitas conectarte con tu esencia y con tu intuición... Es el momento de mirar todo lo que tienes, reconocer tus heridas, procesarlas y sanarlas, porque es importante cerrar el ciclo, despedirte de lo que eras, para darle la bienvenida a la persona en que te vas a convertir”, explica Anais.
El yoga le ha permitido vivir armoniosamente este maravilloso proceso de cambio y transformación. Su encuentro con esta filosofía tuvo lugar en un momento de su vida en que tenía muchas preguntas, pero no encontraba respuestas ni certezas. “Estaba confundida, como que nada me hacía sentido, nada me llenaba, todo me daba igual. En ese complicado escenario, apareció el yoga en mi vida y experimenté un amor a primera vista”, explica Anais. Tan profundo fue ese descubrimiento que dejó su carrera de diseño en la universidad para dedicarse con toda su energía a la práctica. Probó distintos métodos, pero se quedó con el Ashtanga, en el que se certificó como instructora. “Yo soy dispersa y necesito una estructura, algo que me permita estar concentrada y presente. Encontré en el Ashtanga eso que andaba buscando”.
A sus 24 años, reconoce todos los beneficios que ha tenido la práctica en su vida: “Para mí es como un cable a tierra. Muchas veces estoy llena de problemas y mi cabeza no para de pensar, puedo estar angustiada con miles de cosas, pero cuando entro a la sala de yoga hay algo que me dice: Anais, todo está bien…Y me vuelvo a encontrar conmigo misma y con un estado de paz y tranquilidad”.
Anais muestra una rutina de asanas que se puede realizar diariamente a partir de las catorce semanas de gestación; en el primer trimestre es recomendable suspender la práctica. “Elegí esta secuencia de posturas porque tiene equilibrio y ayuda a desarrollar la concentración y la confianza. Asimismo, permite trabajar piernas, cuádriceps, hombros, brazos y apertura de cadera. También te aporta resistencia, algo que es fundamental para el parto”, finaliza.
Malasana
Es una postura ideal para el embarazo porque aumenta la movilidad de las caderas. Asimismo, estira muslos, ingle, tobillos y torso. Fortalece el abdomen y mejora la movilidad intestinal.
Torsión simple y abierta
Esta postura debe hacerse en forma abierta para las embarazadas, sin presionar el abdomen. Ayuda a mejorar la circulación y la digestión. Fortalece la columna y es un verdadero masaje para los órganos abdominales.
Virabhadrasana II
Esta postura es muy recomendada para el segundo trimestre del embarazo, ya que alivia el dolor de espalda. Asimismo, fortalece y estira las piernas, tobillos e ingle. Abre el pecho, los pulmones y los hombros. Aumenta la resistencia y estimula los órganos abdominales.
Chandra Virabhadrasana II
Entrega los mismos beneficios de Virabhadrasana II, pero además ayuda a extender todo el costado del tronco, incluyendo brazos y manos. Abre el pecho profundamente.
Utthita Parsvakonasana (variación)
Tonifica, al mismo tiempo que estira, piernas, brazos, hombros, tobillos y rodillas. Es muy recomendable para aliviar el dolor de ciática durante el embarazo porque fortalece la espalda.
Baddha Konasana
Abre las caderas, por lo que es muy recomendable para preparar el parto. También estimula los órganos abdominales, estira la parte interior de los músculos de las piernas, así como la ingle. Mejora la circulación de las piernas. Torsión
Medio Loto
Esta postura, que se usa para comenzar la clase de yoga, es muy útil para el embarazo y la preparación del parto porque serena la mente. Al mismo tiempo, amplía la capacidad respiratoria, aumenta la flexibilidad de las caderas, ingle, tobillos y rodillas.