José Miguel Caradeuc
Yogui y militar
Nombre completo: José Miguel Caradeuc Gallardo
Edad: 28 años
Breve: Teniente de Ejército, conoció el yoga hace cuatro años en Puerto Natales, su primera destinación, gracias a su maestra Susanne Steiger, quien lo introdujo en el Hatha Yoga en Yoga patagOM LILA. Ha logrado compatibilizar su carrera de oficial de ejército con el yoga, convencido de la importancia de ayudar a construir la paz y no sólo prepararse para la guerra: “la paz espiritual -asegura- permite tomar mejores decisiones”.
Por Gabriela Quiroz
El yoga me conecta con mi espíritu, mi esencia y con el ahora.
Comencé a practicar yoga por un tema de autodescubrimiento, para conocer cómo la energía trabaja en el cuerpo y aprender a elevar estados de consciencia.
Yoga y carrera militar se complementan porque están muy conectados en el tema de la disciplina: la espiritualidad requiere disciplina y la carrera militar pone mucho énfasis en eso.
El yoga aporta a mi profesión mayor empatía, compasión y solidaridad con el otro. Si bien son valores que tiene la carrera militar, el yoga los refuerza.
Mi formación militar aporta a mi práctica principalmente la disciplina. También ayuda a la atención y determinación para cada postura, para fijarse metas y objetivos.
Vivo el yoga en mi alimentación, en mi despertar cuando hago el saludo al sol y en la noche, cuando en Savasana medito sobre mi día y agradezco.
Involucro el yoga en mi vida profesional, principalmente en el trato a las personas. Si bien no puedo ejercer el yoga en mi profesión, intento llevar su filosofía a mi día a día.
Lo mejor del yoga es la purificación de la consciencia.
Lo difícil del yoga es hacerlo un hábito. La vida occidental tiene otros tiempos respecto a la oriental, por lo que a veces nuestras rutinas no ayudan a lograr el hábito de la práctica.
Mi postura de yoga preferida es Shirshasana o postura sobre la cabeza.
El yoga en tres palabras: paz, libertad y humildad.
Le agradezco a la vida absolutamente todo. Al final todos los caminos, por muy difíciles que sean, te van conectando.
Mi momento favorito del día es Savasana: toma de consciencia de lo que fue el día. Cuando llega la noche, pienso en lo que hice y me doy cuenta de que logré hacer feliz a alguien y a mí mismo.
El error con mayor aprendizaje sobreponer a veces el ego al entendimiento del amor. Es decir, cuando haces algo esperando retribución. Eso no es amor, no es entrega. Mi error ha sido malentender el amor por juicios mentales.
Lo que más valoro de mi vida es sentir que encontré mi propósito.
