Galápagos
La inocencia del mundo salvaje
Por Óscar Pineda, Instructor de Yoga y cineasta.
Edición Yoga Style / Fotos: Óscar Pineda
Un lugar perfecto para hacer un turismo diferente al de las grandes urbes o los cómodos resort. Lo que prima aquí es la relación con la naturaleza y el encuentro amoroso con su fauna, que acepta al humano como uno más de esa enorme y variada colonia salvaje.
Hay muchos lugares en el mundo para ver y conectarse con su fauna, pero Galápagos es especial. Es el único donde los animales no tienen miedo: cinco millones de años de aislamiento y la ausencia de grandes depredadores los transformó en los seres más confiados de la tierra. Esa es la principal magia de este archipiélago agreste y casi prehistórico. Toda su fauna salvaje, incluyendo enormes tortugas, iguanas, tiburones, lobos de mar y un gran surtido de aves, conviven en total armonía con el ser humano: no huyen de él ni tampoco lo intentan atacar.
En la playa es muy común encontrar una iguana tomando sol junto a ti, a pocos metros un lobo marino de 200 kilos, un ave que se detiene justo sobre tu bolso o un piquero de patas azules que se aparea a escasos metros de tu toalla. Si entras al mar, tortugas marinas gigantes nadan tranquilas junto a los turistas, mientras las mantas rayas se deslizan graciosas por el agua. Hasta los tiburones forman parte de esta verdadera fiesta.
El origen de este lugar se remonta a unos 14 millones de años, cuando las cimas de varios volcanes rompieron la superficie del mar formando otros volcanes sobre el suelo oceánico.
En 1835, Charles Darwin arribó a las costas del archipiélago y, aun cuando comparó su calor con las hogueras del infierno, fue éste su lugar de inspiración para articular la teoría de la evolución por selección natural.
Su paisaje se asemeja a uno lunar: árido y agreste. Es un lugar tan carente de comida y con condiciones tan especiales, que se transformó en reino de reptiles, aves marinas y miles de otras especies que no existen en ninguna otra parte del mundo. Más del 40% de su fauna es endémica, así como también cerca del 60% de su flora. Por eso, hay que visitar Galápagos en forma sigilosa, tranquila y respetuosa.
Conformado por más de trece islas, el archipiélago está situado en el Océano Pacífico, a casi mil kilómetros de las costas de Ecuador. Declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biósfera, es uno de los santuarios de la naturaleza más grandes del mundo. Solo cuatro de sus islas se encuentran habitadas, siendo el principal asentamiento humano el poblado de Puerto Ayora en Isla Santa Cruz. Otros asentamientos menores, corresponden a Puerto Baquerizo Moreno en San Cristóbal, Puerto Villamil en Isabela y Puerto Velasco en Floreana.
"Aun cuando Charles Darwin comparó su calor con las hogueras del infierno, fue éste su lugar de inspiración para articular la teoría de la evolución por selección natural"
Imperdibles de Galápagos
Isla Fernandina en Punta Espinoza
Es la más joven de las islas y de hecho su volcán todavía está activo. En Punta Espinoza, el paisaje está compuesto por oscuros campos de lava y es el lugar donde existe mayor densidad de iguanas y lobos marinos.
Los túneles de Isla Isabela
Son formaciones rocosas de erupciones volcánicas a la orilla de la playa. Su forma es similar a la de los túneles y dentro hay una inmensa variedad de fauna marina. Es común encontrar tortugas, caballitos de mar y tiburones. Especial para hacer snorkel.
Yoga en Bahía Tortuga en Isla Santa Cruz
Un clásico de Galápagos son sus inmensas tortugas. En Tortuga Bay, una playa de arenas blancas y aguas transparentes, podrás disfrutarlas en toda su dimensión. Además, es un importante sitio de anidación. No puedes dejar de hacer yoga en la orilla del mar: la humedad, el calor y la naturaleza te ayudarán a conectar con una Práctica realmente especial.
Datos prácticos
¿Cómo llegar?
Desde Santiago no hay ruta directa: es necesario llegar a Guayaquil y desde allí tomar un vuelo nacional a Galápagos. Hay vuelos diarios. Existen aeropuertos en tres islas: San Cristóbal, Baltra e Isabela.
¿Cuál es la mejor época para viajar?
Mayo y junio es un período donde empieza la temporada de reproducción de la vida marina. Noviembre y diciembre es el momento del cortejo de las aves y cuando existe la mayor actividad marina para los amantes del snorkel. El período que va de enero a marzo es lluvioso y caluroso y después las temperaturas descienden.
¿Qué moneda se usa?
Es muy recomendable andar con dólares. Si bien se aceptan tarjetas de crédito, en la mayoría de los lugares cobran un sobreprecio del hasta un 20 % por utilizarlas.
¿Dónde comer?
En Santa Cruz, un imperdible son los kioskos o pequeños restaurantes (cocinas) que sacan sus mesas a la calle, generando una gran mesa larga donde comparten turistas de todas partes del mundo.
“Más del 40% de su fauna y cerca del 60% de su flora es endémica. Por eso, hay que visitar Galápagos en forma sigilosa, tranquila y respetuosa”
Estación Científica Charles Darwin
En la Isla de Santa Cruz no puedes perderte este lugar. Si te gusta la ciencia, menos aún. Aquí podrás aprender sobre algunas de las observaciones que hizo Darwin en la isla y verás cómo se trabaja actualmente en la preservación de especies.
Mirador Natural La Escalera en Isla Bartolomé
Es un lugar de impresionantes vistas y totalmente recomendable para practicar el buceo de superficie y snorkel. Las especies protagonistas son las tortugas marinas y los pingüinos de Galápagos.
Sendero de Isla Seymour Norte
Si de avistamiento de aves se trata, esta pequeña isla es el lugar más recomendado. Aquí podrás encontrar fragatas reales, piqueros de patas azules y gaviotas de cola bifurcada, además de muchas otras aves. Asimismo, iguanas terrestres.
León Dormido en Isla San Cristóbal
Kicker Rock son dos inmensas rocas volcánicas que sobresalen más de 100 metros del mar. A lo lejos se dibujan como un verdadero león dormido.