El mejor lugar del mundo
Dos monjes leyeron en un antiguo libro que existía un lugar en el mundo, donde el cielo y la tierra se tocaban.
Quien encontrara este lugar, así decía el libro, iba a toparse con la felicidad de su vida. A dicho sitio se entraba por un gran portón y solamente había que tocar y entrar. Así que los dos se marcharon juntos en busca de ese lugar.
Les tocó recorrer un camino largo y dificultoso. A quienquiera que le hacían una pregunta, les indicaba una dirección distinta. En su caminar hacían muchos esfuerzos y experimentaban grandes privaciones, hasta que finalmente se encontraron frente al portón buscado.
Con el corazón palpitando tocaron la puerta y pasaron adentro. Grande fue su sorpresa cuando al levantar la mirada se vieron dentro de su convento y en su propia celda.
Entonces entendieron: el lugar, donde el cielo y la tierra se tocan y donde encontramos la felicidad, no está al fin del mundo. Es ahí, donde en este momento nos encontramos. La felicidad está en el aquí y ahora, sólo hay que descubrirla. “El mejor lugar del mundo, es aquel donde Dios te quiere”, concluyeron.