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José María Vigar

Maestro senior yoga Iyengar

Más que un cuerpo en forma y una mente en paz

Aunque en Occidente muchas veces se “vende” el yoga de manera superficial, su filosofía propone algo más: ayudar al ser humano a descubrir su “suprema identidad”, para vivir en armonía consigo mismo y los demás. Conversamos con el español José María Vigar, maestro senior de yoga Iyengar, en su visita a nuestro país.

Que el yoga es más que ejercicio físico y terapia mental, qué duda cabe. Sin embargo, muchas personas sólo buscan solución a problemas de su cuerpo o alivio a tensiones emocionales o mentales, a través de la práctica de asanas (posturas) y pranayamas (técnicas de respiración). Ignoran que estos dos aspectos prácticos del yoga pueden convertirse en la puerta de entrada a una dimensión espiritual mucho más enriquecedora.

Su filosofía busca trascender la individualidad -mi propia mente y mi propio cuerpo- para alcanzar el Sí Mismo, esencia que compartimos todos los seres humanos. Esa es la base de esta milenaria disciplina oriental, que hoy día atrae a más y más adeptos también en Occidente.

 

“Quedarse en la práctica superficial es devaluar su verdadero sentido. Si bien el instructor respeta todas las opciones, su deber es guiar a los alumnos hacia la comprensión de su integridad para llevarlos a descubrirse, a entender que todos somos uno y a descubrir lo sagrado que compartimos”, explica José María Vigar, maestro senior de yoga Iyengar.

Desde 2007, ha estado vinculado a nuestro país, formando a más de un centenar de instructores del método Iyengar. Recientemente estuvo en Santiago para dictar el seminario “Alineación: un viaje desde el hueso a los Chakras”, organizado en conjunto con la escuela Atmanjali. Yoga Style conversó con este biólogo español que a los 16 años comenzó a estudiar el yoga de manera autodidacta, hasta convertirse en discípulo del propio B.K.S. Iyengar, padre del método que lleva su nombre.

"El conocimiento ha suplantado a la sabiduría, el hombre cada vez sabe menos de sí mismo, de su cuerpo y de su mente; dejó de mirar hacia adentro. El yoga, como otras filosofías y religiones, es un camino de reunificación". 

¿Cómo cambió su vida el yoga? 

No cambió mi vida, sino que la sigue cambiando. Es una vía de transformación del ser humano, un viaje que tiene principio, pero no fin, porque la perfección está siempre un poco más lejos. El yoga, disciplina para el cuerpo y la mente, me lleva desde la materialidad a la espiritualidad y me aporta claridad y ecuanimidad para comprender lo que la vida me trae y descubrir lo que me demanda.

Bajo esa mirada, ¿qué importancia tiene el presente?

Tanto para quienes creen que la vida termina tras la muerte, como para quienes creemos en la reencarnación, lo más importante es el presente. Si por pensar que sólo hay una vida, se vive frustrado por tener que morir o, por el contrario, por pensar que vendrán otras, no valoramos ésta, habremos desperdiciado nuestra vida. Al leer un libro, cada página sigue a la anterior y precede a la siguiente, pero para entender el argumento lo importante es la que estás leyendo. La vida presente con sus condicionamientos nos da la oportunidad de iluminar el alma.

Desde esa mirada tan profunda, ¿qué le parece que muchos consideren el yoga una actividad física como tantas otras?

Así se “vende”, junto a la gimnasia de mantenimiento, pilates o zumba.     El sistema lo transforma todo quitándole su esencia. Los occidentales adoran la forma y por ello la práctica de asanas, descontextualizada de su marco filosófico, se ha popularizado alcanzando tanto protagonismo.

¿De ahí el boom que el yoga ha tenido en Occidente?

Muchos llegan así, pero a medida que avanzan con una correcta guía comprenden que las asanas son una práctica espiritual en forma física, para llevar a la mente hacia la luz del sí mismo. ¿Por qué conformarse con la parte, si puede tenerse el todo?

¿Es una respuesta entonces para quienes sienten un vacío?

El hombre del siglo XXI sufre desequilibrios físicos, emocionales y mentales, porque está desconectado de la Madre Naturaleza, de sí mismo y de los demás y no entiende su unidad en la diversidad. El yoga es una respuesta a su vacío, a su soledad y a su ignorancia espiritual.

¿Y cómo el yoga se transforma en esa respuesta?

Nos propone una vía para la realización del Sí Mismo, para que descubramos que yo y tú somos lo mismo, pero en otras circunstancias. El maestro de Nazareth dijo: “Ama al prójimo como a ti mismo”, pero aún hoy no se entiende la profundidad de su mensaje. Hay mucha ignorancia espiritual. El conocimiento ha suplantado a la sabiduría,  el hombre cada vez sabe menos de sí mismo, de su cuerpo y de su mente; dejó de mirar hacia adentro. El yoga, como otras filosofías y religiones, es un camino de reunificación.

Usted habla de filosofías, religiones... 

Cualquier filosofía o religión que acreciente nuestra humanidad, es un aporte. Cada maestro viene a un espacio y en un tiempo determinado, por lo que adecúa sus enseñanzas. Jesucristo convivió con pescadores y prostitutas, en cambio los seguidores de Buda, príncipe por nacimiento, eran personas de mayor cultura. Por ello, el lenguaje del primero iba al corazón y el del segundo, al intelecto. La forma cambia, la esencia es la misma.

¿Y cómo nos habla el yoga en nuestras circunstancias?

Hoy en día es difícil hablar al común de la Humanidad de algo que vaya más allá de lo tangible, por lo que se comienza con asanas y pranayamas: desde la forma a la esencia. Esta metodología tiene una buena aceptación, pues supone el desenvolvimiento progresivo de nuestra individualidad. El yoga es como subir una montaña: al principio parece imposible por su altura. La práctica permite subir en etapas esa montaña que es la individualidad, nuestro cuerpo y nuestra mente. Solo entonces, vives en armonía contigo mismo y  con los demás. Esa es la esencia del yoga, su filosofía más profunda.

Instructores de yoga  durante el seminario "Alineación: un viaje desde el hueso a los chacras", realizado recientemente en Santiago. 

"Al leer un libro, cada página sigue a la anterior y precede a la siguiente, pero para entender el argumento lo importante es la que estás leyendo. La vida presente con sus condicionamientos nos da la oportunidad de iluminar el alma". 

"El hombre del siglo XXI  sufre desequilibrios físicos, emocionales y mentales, porque está desconectado de la Madre Naturaleza, de sí mismo y de los demás (...). El yoga es una respuesta a su vacío, a su soledad y a su ignorancia espiritual". 

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