Mindfulness: el gimnasio de la mente
Según estudios científicos, tenemos unos 60 mil pensamientos al día, la mayoría negativos, repetitivos y del pasado.
El Mindfulness es una disciplina que nos ayuda a tranquilizar la mente para experimentar una mayor conciencia sobre nuestro presente y, con ello, sobre nuestra vida. Esta práctica también está siendo llevada con mucho éxito al ámbito laboral.
Meditar es, sin duda, una práctica espiritual milenaria y sus orígenes están en los antiguos textos sagrados. Según la tradición, el Budha alcanza la iluminación a través de ella. Tomando este concepto del budismo, pero independizándolo de la religión y de la ideología, nace el Mindfulness. Su padre es Jon Kabat- Zinn, profesor emérito de medicina, fundador y director de la Clínica para Reducción del Estrés y del Centro para la Atención Plena en la Medicina, el Cuidado de Salud y la Sociedad, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
“Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgarlo” es lo que este doctor en medicina propone. A su juicio, esta forma de estar en la vida nos permite aprender a relacionarnos de manera directa con aquello que está ocurriendo, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida.
En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que está por pasar, nos conduce al descuido, al olvido y aislamiento, reaccionando de manera automática y desadaptada.
Kabat-Zinn llegó a este convencimiento después de experimentar con pacientes con dolor crónico y otras dolencias, y descubrir cómo podían mejorar su calidad de vida con la práctica de Mindfulness. Sus investigaciones científicas se centran, además, en la aplicación de esta disciplina a pacientes con psoriasis y pacientes que recibieron trasplantes de médula ósea y en poblaciones carcelarias.
La atención plena parece simple y fácil, pero la verdad es que todos coinciden en que es necesario practicar para darse cuenta de lo extraño que resulta detenerse unos minutos y observar a la mente, la cual gobierna muchas veces la vida sin que le prestemos ninguna atención. Resulta complejo, porque no se obtiene ningún beneficio en el corto plazo y porque es una de las pocas cosas que se hacen voluntariamente y que no generan recompensa inmediata, razón suficiente para que pocos sean los que persisten en la práctica.
Respirar y volver al presente es como hacer ejercicios. Así como en el gimnasio las extensiones y flexiones de un músculo hacen que este se desarrolle, en el Mindfulness volver desde los
"Es un error pensar que la meditación consiste en callar a la mente, la idea es observar la mente y traerla al presente en forma amable, cada vez que se distraiga con algún pensamiento".
¿Cómo hacerlo? Sentándose quieto y poniendo plena atención a la respiración, sin irse con cada uno de los pensamientos que produce la mente.
pensamientos a la respiración, hace que la mente se aquiete. Por tanto, no existe una mala práctica; siempre estamos ejercitando, por más que sintamos un torbellino de pensamientos.
¿El minfulness es espiritual?
La respuesta a esta pregunta es: depende desde dónde se haga. Esto quiere decir que no se necesita ser budista, ni zen, ni adherir a ninguna ideología o religión para poder practicarlo. Sin embargo, podríamos decir que la práctica del mindfulness conecta a la persona con un espacio trascendente, que trae consigo el desgaste del ego y la conexión con la fuente, llámese divinidad, dios, energía, etc.
Esta práctica ha tenido mucha aceptación también en los ambientes laborales, porque logra una reducción importante del estrés, por tanto una mejor concentración en el trabajo, un mejor rendimiento y sobre todo una atención más plena. En Chile, algunas empresas han vivido la experiencia de llevar el mindfulness in door con resultados insospechados
Si bien conocemos el mindfulness como una práctica (ver recuadro), más bien es una forma de vida, una determinación de poner atención a lo que está pasando en cada momento; una decisión de tener consciencia de que nuestra mente nos puede llevar a cualquier lugar, como un caballo desbocado se precipita en un abismo. Ponerle las riendas a ese caballo es -en la práctica- respirar y volver al presente.
Cómo iniciar la práctica
"La mente es la loca de la casa y el mindfulness nos ayuda a descubrirla, desenmascararla y observarla".
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* Siéntate en un lugar cómodo con la espalda recta, no importa que sea sobre una silla.
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* No cierres los ojos. Al contrario: manténlos totalmente abiertos y fíjalos en un punto a dos metros de ti.
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* Conéctate con tu respiración, cómo entra y cómo sale el aire.
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* Lleva la atención hacia tus manos o hacia cualquier punto del cuerpo.
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* Cuando ocurra un pensamiento, no te vayas con él; regresa amablemente de vuelta a la respiración.
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* Si el pensamiento vuelve, sé amable y déjalo partir. Vuelve una y otra vez a la respiración.
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* Parte de a poco. Al principio, tres minutos serán suficientes, para luego ir aumentando progresivamente.