Recetas
Elegí el kishari porque esencialmente es una receta familiar y, al celebrar el Día de la Madre, quise compartirla con ustedes. La cocina, y lo que rodea a la cocina, es una linda instancia familiar. Si bien no todos cocinan, Pancho -mi marido- y mis hijos -Sebastián (11), Laura (9), Salvador (6) y Juanita (2)- sí participan en la tarea de alimentarse: lavan, secan, guardan o trapean el piso…
En la India, el Kishari se sirve desde que los niños comienzan a comer, porque es de fácil digestión y muy nutritivo, ya que combina carbohidrato con legumbre.
Existen tantos nombres como recetas para este plato, pero todas comparten su preparación en olla a presión, que es lo que hace la diferencia, ya que se logra una textura similar al risotto. Es muy económica y sus ingredientes están disponibles en cualquier cocina. La base es el arroz -yo prefiero el de grano largo, aunque muchos chefs utilizan el arroz basmati- y cualquier legumbre de grano chico de fácil cocción, como lentejas rojas o amarillas o porotos mung.
La gracia es la combinación de especias, tan característica de la comida oriental. Me gustan los sabores exóticos de la cocina india, al igual que la japonesa, coreana,
árabe o judía.
Aunque cada día como menos carne, no he
sentido la necesidad de ser vegetariana o
vegana; ¡adoro el pescado!
Como nunca sigo una receta al pie de la letra,
aquí va mi versión particular del kishari…
¡QUE LO DISFRUTEN !
Kishari
La sencillez y el sabor exótico
de la India
Por Olga Madariaga, instructora Iyengar, Atmanjali Yoga Chile.
Ingredientes
1 taza de lentejas pequeñitas
1 taza de arroz grano largo
1 tomate grande
2 cebollas pequeñas
1 cucharadita de jengibre rallado
1 cucharadita de semillas de mostaza
½ cucharadita de semillas de comino
1 puñado de hojas frescas de cedrón
1 puñado de cilantro fresco cortado fino
1 cucharadita de cúrcuma
Sal a gusto
Preparación
Remojar lentejas y arroz durante 20 minutos. Escurrir el agua y colocar en la olla a presión junto con 5 tazas de agua, el tomate y la cebolla pelados y enteros, la cúrcuma y sal. Cocinar durante 30 minutos. Una vez escurrido el vapor, sacar la cebolla y el tomate y pasar por un procesador.
Calentar muy bien el aceite en una sartén y agregar las semillas de mostaza. Cuando terminen de saltar estarán cocinadas. Sacar del fuego para bajar la temperatura y solo entonces agregar el comino. Dorar las semillas cuidando no quemarlas. Agregar el cedrón hasta que las hojas queden suavemente chamuscadas y liberen todo su aroma. Agregar el jengibre y una vez cocinado, la pasta de tomate y cebolla, y el ajo.
Cocinar un minuto para que los aromas y sabores se integren bien.
Agregar las legumbres y el arroz. Servir con aceite de oliva o ghee y abundante cilantro picado encima.