¿Sabías que el aceite de rosa mosqueta es considerado como uno de los regeneradores dérmicos más poderosos del mundo? Conoce aquí sus múltiples propiedades, las que han sido avaladas por diversos estudios científicos.

Según diversos estudios científicos, la rosa mosqueta ofrece múltiples beneficios: retarda la aparición de las líneas de envejecimiento prematuro, previene la formación de arrugas y ayuda a la recuperación de pieles afectadas por cicatrices, quemaduras o incluso radioterapia. Todos estos beneficios son producto de su alto contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados: linoleico 44-49%, linolénico 28-34b% y oleico 16%. Estos ácidos son sustancias nobles, indispensables para zonas donde existen altos índices de proliferación de células nuevas, como es el rostro. Además, es rico en vitaminas A y C.

La rosa mosqueta o simplemente conocida como mosqueta, es un arbusto silvestre que proviene de la familia de las rosáceas conocida en Europa desde hace muchos siglos. No fue valorada ni por sus semillas ni por sus frutos, sino que por sus múltiples y afiladas espinas que la convertían en una barrera natural contra los intrusos. Por esta razón fue traída a América, proliferando en algunos lugares como el sur de Chile, donde crece en forma silvestre en la Octava y Novena regiones principalmente. Recién en los años 50 se empezaron a estudiar sus múltiples beneficos, tanto para uso cosmético (aceite de semillas), como alimenticio (frutos).

El aceite se extrae de las semillas de la rosa mosqueta, realizando una presión en frío. Tiene un ligero color rojizo y un olor acre, característicos de los aceites no refinados.

Weleda trabaja, dentro de sus líneas de cosmética, con la rosa mosqueta de la cual se extrae su aceite orgánico que mantiene y potencia las bondades de este producto, para crear una línea de cuidado de rostro para pieles normales y mixtas, que estimula los procesos de renovación cutánea, idealmente para personas entre los 25 y 35 años.

“El aceite de rosa mosqueta retarda la aparición de las líneas de envejecimiento prematuro, previene la formación de arrugas y ayuda a la recuperación de pieles afectadas por cicatrices, quemaduras o incluso radioterapia”.

La crema de día alisante atenúa la aparición de las primeras arrugas, hidrata la piel y hace que el rostro permanezca liso y vital. La crema de noche alisante, en tanto, está enriquecida con aceite de onagra, que apoya el proceso de renovación cutánea durante la fase de regeneración nocturna y aporta elasticidad: la piel despierta tersa, descansada y luminosa. Adicionalmente, la crema de contorno de ojos alisante atenúa las primeras arrugas y descongestiona ojeras. Además, contiene extracto de eufrasia, que calma la piel y revitaliza los ojos cansados.