Sistema digestivo
Yoga para nuestro segundo cerebro
“El sistema digestivo es uno de los más importantes, del cual depende la salud de todo el cuerpo. Su mal funcionamiento es la causa de muchas enfermedades y las asanas son infalibles para aliviarlas“. Geeta Iyengar (Yoga: a gem for women).
El segundo cerebro, se le llama en la actualidad a nuestro intestino. Algunas de las razones para esta denominación se relacionan con que actúa interdependiente del sistema nervioso central, que en él vive más del 70% de las células del sistema inmune y que posee más neuronas que la espina dorsal. Estas últimas son las encargadas de coordinar los procesos digestivos y de relacionarse con el sistema nervioso central, pudiendo modular o modificar el comportamiento de nuestra mente y consciencia. Esto bien lo supieron los yoguis de todos los tiempos, quienes, basados en el principio de Sauca (limpieza), realizaban técnicas como nauli, dhauti o basti para purgarlo y poder acceder a estados elevados de meditación. Con un sistema digestivo embotado, es imposible alcanzar el estado de yoga o unión, y las técnicas de Hatha Yoga nos proveen las herramientas para purificarlo y mantenerlo tonificado.
El sistema digestivo es un tubo largo y continuo que comienza en la boca y termina en el ano, sin interrupciones ni cortes, y es mucho más que un simple conjunto de órganos encargados de ingerir, digerir, absorber y eliminar los residuos de nuestros alimentos. Este sistema es un verdadero aparato de comunicación íntima, que relaciona los elementos del medio externo con el complejo mundo molecular interno,
contribuyendo activamente a nuestra constitución como seres vivos. Con sus acciones, además aporta gran parte de la energía vital necesaria para que nuestra maquinaria llamada cuerpo funcione.
Mantenerlo limpio y despejado es un requerimiento básico para su buen funcionamiento y para la mantención general de la salud.
El Haṭha Yoga Pradīpikā (manual de Haṭha Yoga) señala que Ujjayi Pranayama “estimula la digestión” y que Paścimatānāsana “enciende el fuego estomacal y aplana el vientre”. Por otra parte, en el libro Luz sobre el Yoga, el maestro B.K.S. Iyengar, asevera que Jatara Parivartanasana tonifica y elimina la pereza del hígado, bazo y páncreas, cura las gastritis y refuerza los intestinos, manteniendo en perfectas condiciones los órganos abdominales, mientras que Janu Sirsasana tonifica el hígado y el bazo, facilitando la digestión.
De acuerdo a estos lineamientos, les presentamos una sencilla secuencia, diseñada para desintoxicar el tubo digestivo y potenciar el funcionamiento de sus órganos vitales. ¡Que la disfruten!
Asanas
Viparita Karani con elementos
Relaja el sistema nervioso. Favorece el desprendimiento de toxinas depositadas en las paredes intestinales. Comenzamos con esta asana que predispone al organismo a una tarea de desintoxicación, mediante el vaciamiento de los vasos linfáticos hacia el torrente sanguíneo.
- Mantener entre cinco y veinte minutos.
Variante de Jatara Parivartanasana
Activa el fuego digestivo, estimula la peristalsis (movimiento innato de las paredes internas de las vísceras digestivas) y desintoxica los intestinos en su totalidad.
- Realizar cuatro mantenciones de un minuto por lado (total: ocho repeticiones), comenzando por el lado derecho.
Janu Sirsasana con manta enrollada (pierna extendida)
Comprime el colon ascendente, favoreciendo su limpieza e irrigación.
Realizar primero con la pierna derecha extendida y luego realizar Paschimottanasana (postura descrita abajo). Después vuelves a Janu Sirsasana con la pierna extendida para beneficiar el tránsito en las porciones finales del intestino grueso.
- Mantener entre dos y cinco minutos.
Paschimottanasana con manta enrollada
Comprime el colon transverso, favoreciendo su limpieza e irrigación.
- Mantener entre dos y cinco minutos.
Viparita Karani con elementos
Finalizamos con la misma postura que comienza esta sencuencia para drenar las toxinas removidas, nuevamente desde la linfa hacia el torrente sanguíneo, y así concluir con el proceso de purga intestinal.
- Mantener entre cinco y diez minutos.